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Nayib Bukele y el estado de derecho en El Salvador: ¿Es la democracia la gran perdedora?

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Autora: Susana Rengifo

RESUMEN: La llegada de Nayib Bukele a la presidencia de El Salvador en 2019 ha sido vista como un cambio significativo en la política del país. Bukele ha sido aclamado por su lucha contra la delincuencia y la corrupción, y se ha convertido en uno de los líderes políticos más populares de la región. Sin embargo, su gobierno ha sido criticado por su desprecio por los límites constitucionales y sus tácticas autoritarias, lo que amenaza seriamente la democracia y el estado de derecho en El Salvador. Este artículo analiza el impacto del gobierno de Bukele en el estado de derecho y la democracia en El Salvador. Teniendo como base del análisis una revisión de la literatura, en textos académicos, y noticias internacionales.


Palabras clave: Nayib Bukele, El Salvador, estado de derecho, democracia, autoritarismo.

Introducción

El Salvador es un país que ha enfrentado una larga historia de conflictos políticos, económicos y sociales. Así como gran parte de los países del continente latinoamericano, cuenta con una historia compleja plagada por la aparición de grupos al margen de la ley. Desde su independencia en 1821, el país ha enfrentado desigualdades económicas y políticas. Dice el Ministerio de Educación de El Salvador (2018) que las políticas públicas tomadas dieron pie a la concentración de tierra en pocas manos y las abismales desigualdades generaron lo que sería el primer levantamiento social que conllevaría a una represión brutal. Se afirma que este suceso fue una de las causas de la guerra civil salvadoreña.

Con el paso de los años, la falta de libertades de la población era irracional. Para 1979, El Salvador se transformó en un hervidero social, en donde la brecha entre ricos y pobres era abismal, “el 10 % de la población disfrutaba del 80 % de las riquezas del país” (Ruiz y Medrano, 2018). Lo cual, sumado a la creciente tensión internacional de la época entre occidente y el bloque comunista, contribuían al auge del conflicto en el país. Ya que con el surgimiento del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se establecen relaciones de cooperación con la URSS y los países socialistas de Europa.

El Salvador tuvo varios intentos para lograr la unidad de las fuerzas guerrilleras y aunque muchas fueron fallidas, es aquí cuando nace la Fuerza Armada de El Salvador (FAES), la cual se enfrentó a las fuerzas insurgentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Esta enarenación dio origen a un conflicto armado con antecedentes complejos que, aunque no fue declarado de forma oficial como guerra civil, si se reconoce que se vivió en un ambiente de crisis, tanto política como social, en El Salvador. Tras cuatro años de un conflicto armado que sentó las bases para muchas de las problemáticas que actualmente enfrenta El Salvador, como la violencia, la pobreza y la desigualdad socioeconómica, ambas partes advirtieron que la violencia no era en camino para satisfacer sus deseos. Por lo cual se empezaron a dar los primeros acercamientos para un acuerdo de paz.

Tras la firma del Acuerdo de Paz de Chapultepec el 16 de enero de 1992, El Salvador “trazó un camino político como prerrequisito para la pacificación y desarrollo de la sociedad, que se resumía en la democratización del país” (Ministerio de Educación, 2009), es decir,

inició un proceso de democratización que incluyó la integración y transformación de guerrillas como partidos políticos. En este proceso, surgieron dos partidos políticos que han dominado la escena política salvadoreña en los años venideros al Acuerdo de Paz: el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).

Durante los años de gobierno de ARENA, se implementaron una serie de políticas económicas neoliberales que lograron avances en la modernización del país. Dicho escenario, contrastó con las desigualdades marcadas en el ámbito económico y social. Además, el gobierno de turno fue criticado por su manejo de temas de seguridad pública, derechos humanos y justicia social. Por otro lado, el FMLN, en su papel de oposición, presentó críticas por su débil capacidad en la solución de problemas estructurales del país. Julián Serulle afirma que el FMLN en el poder no le dio al pueblo el gobierno que se merecían y que tanto soñaron con tener, mucho menos continuaron con la administración del partido ARENA (Ruiz, 2023).

El país se encontraba entonces en un clima de violencia generalizada y desconfianza. Posteriores a la guerra civil, el abordaje de la delincuencia ha sido uno de los principales desafíos para los gobiernos salvadoreños. Debido a la falta de oportunidades económicas y sociales, la juventud se vio en la necesidad de involucrarse en actividades ilícitas, lo cual junto al reclutamiento forzado por parte de los grupos armados desintegraron las comunidades y rompieron el tejido social (Ruiz, 2023). Dando pie al aumento de la delincuencia, situación que poco a poco se le salió de las manos a los gobiernos de turno y venideros.

El alto índice de delincuencia, la extendida corrupción y la marcada desigualdad prevaleciente en el país generaban un profundo malestar en la sociedad salvadoreña, la cual a pesar de encontrarse en un territorio en desarrollo y no muy extensa en kilómetros, ha sido reconocida históricamente por su espíritu de lucha y resistencia (Ruiz, 2023).

En este contexto de descontento perecedero, la llegada a la presidencia de Nayib Bukele en las elecciones del 2019 significó para muchos un cambio en la situación del país, pues las promesas de lucha contra la corrupción y la delincuencia fueron establecidas.

Asimismo, promesas en el ámbito económico con el fin de que por fin llegue para El Salvador ese periodo de prosperidad que tanto amerita su gente.

Promesas en el fortalecimiento de la democracia, que dieron la esperanza al pueblo salvadoreño de llegar a ese Estado de derecho que asegure las libertades de los ciudadanos, promoviendo el bienestar del individuo y, de esa manera, conformar su carácter como “ente común” (Villar, 2007). Sin embargo, desde su elección, Bukele ha usado tácticas cuestionables, alejándose de esa idea del Estado de derecho, en donde se ve un régimen que, según varios críticos, se distingue por su carácter autoritario que ignora límites constitucionales. Este artículo analiza el impacto del gobierno de Bukele en el estado de derecho y la democracia en El Salvador.

Desarrollo 

Nayib Bukele, el hoy líder supremo de El Salvador y político más popular de todo el continente latinoamericano, con una aprobación que llego cerca del 90% según la encuesta de Gallup. Tiene 41 años y ha hecho “milagros” desde que llego al poder en junio del 2019 (Semana, 2023).

En realidad, hace una década, aproximadamente, Bukele ya hacía parte de la política salvadoreña, pues fue elegido como el alcalde de Nuevo Cuscatlán, posteriormente tres años después como alcalde de la capital, San Salvador. En Ambas elecciones iba respaldado por el partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), la agrupación que nació del grupo guerrillero homónimo y que optó por dejar las armas a fines de los 80 (Cañizalez, 2022). En el año 2017 se desvinculó de dicho partido y, al no haber presentado lazos con el partido ARENA, se mostró al pueblo de El Salvador como una opción innovadora y nueva. Además de dar la esperanza de romper con el bipartidismo que había gobernado el país por mucho tiempo. “Bukele llego a la presidencia apalancado en su asertivo uso de las redes sociales, con un discurso anticorrupción y la promesa de transformaciones profundas para beneficiar a la sociedad salvadoreña” (Cañizalez, 2022).

Y así fue, renombrados periódicos como Semana (2023) registran que para el mismo año de su posicionamiento se anunció el llamado Plan de Control Territorial, con el fin de poder recobrar el control del territorio salvadoreño que estaba en manos de las guerrillas y grupos armados. Puso en marcha un bloqueo a la señal de los celulares, y declaró también emergencia carcelaria. A partir de ahí fue cuando empezaron a llegar las buenas noticias. Con

la llegada de la pandemia en 2020, en El Salvador ha estado declarado el Estado de Excepción, junto con unas medidas forzosas de confinamiento, haciendo uso de militares y policías; la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, la máxima instancia judicial del país dictaminó en abril de 2020 que el Gobierno violaba derechos básicos denuncias que fueron ignoradas por el gobierno (Cañizalez, 2022).

Como segunda ronda de políticas del Plan Control Territorial, se reforzaron las fuerzas militares. La estrategia de Bukele se basa en, mediante, el refuerzo salarial a los guardianes, policías, y la contratación de nuevo personal, el fortalecimiento del sistema de seguridad. Además, a pesar de la llegada de la pandemia, se logró consolidar el año 2020 como el periodo de mayor seguridad. Adicionalmente, en el año 2021 se inauguró el Centro de Investigación Forense (Semana, 2023). Con todo lo anterior, el 10 de mayo del 2022 se registró primer día sin homicidios en la historia de El Salvador.

Al respecto, el presidente salvadoreño aprovechó el marco de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 2019 para destacar los resultados del mencionado Plan; afirmó:

En poquísimo tiempo El Salvador ha pasado de ser el país más peligroso del mundo, literalmente el país más peligroso del mundo, a estar en camino a ser el país más seguro de América. Pasamos de ser un país para muchos desconocidos y los pocos que los conocían, los conocían por las pandillas, por los muertos, por la violencia, por la guerra. Pasamos de eso, a hacer un país conocido por las playas, por el surf, por sus volcanes, por su libertad financiera, por su buen gobierno y por haber acabado con el crimen organizado (CNN en Español, 2022).

Sin embargo, los “milagros” que ha logrado para muchos, para otros, no son más que medidas drásticas que atentan la joven y frágil democracia de El Salvador (González, 2020). Pues Bukele ha sido acusado por autoritarismo y de querer concentrar todo el poder en sus manos.

Así lo comentan activistas de El Salvador “con Bukele presenciamos la crónica de un autoritarismo anunciado, que se consolida por la cooptación de los demás poderes públicos”, comenta Carolina Jiménez a Diario De Cuba, desde Washington. (Citada por Cañizalez, 2022).

Jiménez, presidenta de la Oficina en Washington para América Latina (WOLA, por sus siglas en inglés), declara que por más que obtener una aprobación popular sólida, anda en lucha contra periodistas y ONG “dado que pretende silenciar a estos poderes sociales (prensa independiente, sociedad civil), con su rol de contrapeso en los sistemas democráticos”. (Cañizalez, 2022).

Además de la persecución hacia una parte de la sociedad civil, el primer encuentro con esas tácticas características del autoritarismo en El Salvador fue aquel suceso denominado coloquialmente como el Bukelazo.

Resulta que el presidente Bukele intentaba obtener un préstamo de 109 millones de dólares para fortalecer al Ejército y a la Policía, con el fin de seguir con la implementación de su Plan de Control Territorial, pero se enfrentaba a la resistencia de la Asamblea Legislativa, quienes se pusieron en contra de dar el aval para un préstamo de esa magnitud. No obstante, Bukele no satisfecho con la negativa de la Asamblea, convocó a esta misma a una reunión irregular. En un artículo publicado por la Revista Cien Diaz, Tojeira (2021) describe el modo en el cual se habría desarrollado dicha reunión, en la que el presidente, acompañado de militares, habría expresado tener la capacidad de “apretar el botón” si el préstamo solicitado no era aprobado.

Este hecho marcaría el comienzo de un proceso de autoritarismo creciente en la presidencia de Bukele. “Para algunos, la acción es equiparable a “un golpe de Estado” o un adelanto para el establecimiento de un “Gobierno autoritario” en El Salvador” (France24, 2020). De hecho, este suceso fue ampliamente criticado como una violación a la separación de poderes y al estado de derecho.

En orden de otras cosas, Bukele ha enfrentado críticas por sus intentos de limitar la independencia de la Corte Suprema. Para controlar de manera definitiva el sistema judicial, la Asamblea Legislativa (ahora en poder completo de Bukele) emitió una nueva ley obligando a renunciar a todos los jueces mayores de 60 años o con treinta años de ejercicio de la judicatura. Una tercera parte de los 700 jueces en el sistema judicial salvadoreño superaban el rango de edad mencionada (Tojeira S.J, 2021). Lo que significa que una tercera parte del sistema judicial fue obligado a renunciar. La acción de Bukele fue vista como un intento de controlar el poder judicial y consolidar su poder en el país.

El gobierno de Bukele ha sido altamente criticado por diversas organizaciones y líderes internacionales, por sus estrategias drásticas y antidemocráticas de manejo del poder y por su falta de respeto por el estado de derecho. Nayib Bukele ha aprovechado su popularidad ganada a través de redes sociales para debilitar los poderes de la Asamblea y del Poder Judicial, permitiendo la consolidación de poder en su propia persona y limitando los controles y balances que son esenciales en una sociedad democrática. A pesar de las mejoras que se han visto en algunos aspectos de la vida en El Salvador durante su mandato, la realidad es que el uso de tácticas autoritarias para lograr sus objetivos pone en peligro la libertad y la democracia de la nación. Esto es por se ponen en riesgo los pilares democráticos, como la separación de poderes, la independencia judicial, la libertad de prensa y el respeto al Estado de Derecho.

Conclusión

No se puede negar que el gobierno de Nayib Bukele en El Salvador, ha logrado avances significativos en la lucha contra la delincuencia, la violencia y la corrupción, tal como había prometido cuando llego al poder. Sin embargo, ¿Dónde queda el estado de derecho? ¿Genuinamente es mejor un líder autoritario que prometa seguridad, pero prive a la población de las libertades?

El autoritarismo con el que Bukele les ha puesto límites constitucionales a las ramas del poder es preocupante y sin lugar a duda presenta una amenaza a la democracia.

La toma de la Asamblea Legislativa y la destitución de los magistrados de la Corte Suprema son claros ejemplos del intento de Bukele de debilitar los controles y contrapesos institucionales en el país. Estas acciones ponen en riesgo la separación de poderes y la independencia de los poderes judiciales y legislativos.

De todo esto, se llega a la conclusión de que la libertad en El Salvador está en peligro. Un fortalecimiento de las instituciones democráticas es esencial para satisfacer los derechos humanos. La democracia es un proceso que requiere de la participación ciudadana, la transparencia y la rendición de cuentas de las autoridades públicas. Con la Asamblea Legislativa, la Corte Suprema y la persecución hacia los periodistas independientes es claro el autoritarismo en su clímax en territorio salvadoreño.

Es de importancia que la sociedad civil en conjunto con los medios de comunicación y las organizaciones internacionales estén en alerta máxima, y que sea denunciada la más mínima amenaza a la democracia. La preservación de la democracia y el estado de derecho es fundamental para el desarrollo económico y social del país, así como para la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos.

REFERENCIAS:

Cañizalez, A. (2022, Septiembre 28). Nayib Bukele: Cronología de 'un autoritarismo Anunciado'. DIARIO DE CUBA. https://diariodecuba.com/internacional/1664359005_42512.html

CNN en Español. (2022). Nayib Bukele en la Onu: La libertad es algo por lo que aún luchamos en nuestro país, en El Salvador. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=mBK-2iETS5k&ab_channel=CNNenEspa%C3%B1ol.

France 24. (2020, Febrero 21). El debate - el 'bukelazo' en el Salvador, ¿Un golpe a la Democracia? France 24. https://www.france24.com/es/20200221-el-debate-bukele-el-salvador-militares-democracia

González Díaz, M. (2020, junio 01). Un año de gobierno de bukele en el Salvador: El contraste entre el aplastante apoyo que mantiene en el país y las acusaciones de Abuso de poder en su contra. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52853997

Human Rights Watch. (2022). El Salvador. El Salvador | Country Page | World | Human Rights Watch. https://www.hrw.org/es/americas/el-salvador

Ministerio de Educacion . (2009). Historia de El Salvador Tomo II. https://www.mined.gob.sv/descarga/cipotes/historia_ESA_TomoII_0_.pdf

Ruiz, S. H., & Medrano, I. C. (2019, Octubre). FACTORES DETERMINANTES DE LA CRISIS ECONÓMICA DEFINALES DE LA DÉCADA DEL SETENTA. Academia.edu. https://www.academia.edu/39265220/Crisis_de_los_setenta_completo

Semana. (2023, Marzo 13). El Milagro de Nayib Bukele: Los Impactantes Resultados del Presidente de El Salvador que se ha convertido en el mayor contradictor de Gustavo Petro. Semana.com Últimas Noticias de Colombia y el Mundo. https://www.semana.com/nacion/articulo/el-milagro-de-nayib-bukele-los-impactantes-resultados-del-presidente-de-el-salvador-que-se-ha-convertido-en-el-mayor-contradictor-de-gustavo-petro/202313/

Tojeira S.J., J. M. (2021, Diciembre 06). El Salvador. La Democracia en crisis. Revista Cien Días. https://www.revistaciendiascinep.com/home/el-salvador-la-democracia-en-crisis/

Villar Borda, L. (2007). Estado de derecho y Estado social de derecho. Revista derecho del Estado, (20), 73–96. Recuperado a partir de https://revistas.uexternado.edu.co/index.php/derest/article/view/705

Ruiz Calvo, M. (2023). ¿Cómo era El Salvador antes de Bukele? YouTube. Recuperado Junio 6, 2023, de https://www.youtube.com/watch?v=uv2xK77iOpI&ab_channel=MiguelRuizCalvo.

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