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Enfoques de Género en las Relaciones Internacionales: Feminizar los conceptos

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Autoras: María de los Ángeles Riedel Martínez
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Enfoques de Género en las Relaciones Internacionales: feminizar los conceptos.

RESUMEN: Este artículo busca examinar la naturaleza patriarcal y masculina que poseen los conceptos de las teorías clásicas de las Relaciones Internacionales. Asimismo, pretende resaltar el papel de las diferentes teorías feministas de las Relaciones Internacionales en el proceso de deconstrucción y  econstrucción de estos planteamientos. En el artículo se aborda la subrepresentación de las mujeres en el estudio de la política internacional. Por este motivo, los aportes femeninos a los estudios de seguridad son, con frecuencia, ignorados; perpetuando así estereotipos sobre los roles de género en las esferas públicas y privadas. De forma similar, se analiza el rol de las mujeres en los conflictos bélicos y su susceptibilidad a ser víctimas de violencia sexual durante las guerras. Finalmente, se exponen algunas teorías feministas de las Relaciones Internacionales como la liberal, radical, socialista, postestructural y poscolonial, así como sus aportes en la redefinición de los preceptos de la disciplina.


Palabras clave: Relaciones Internacionales, Feminismo, Enfoque de Género, Deconstrucción, Reconstrucción, Guerra, Violencia Sexual, Interseccionalidad.

Introducción

Las Relaciones Internacionales, tanto en la práctica como en la academia, se caracterizan por ser una disciplina fundamentalmente masculina. De acuerdo con Enloe (2007), las mujeres han sido excluidas del análisis de la política internacional porque se considera que no tienen un rol relevante en la esfera gubernamental. En este sentido, los estudios feministas buscan denunciar la desigual  distribución de poder entre hombres y mujeres tanto en las esferas privadas como públicas (Enloe, 2007). El análisis del Sistema Internacional clásico tiende a enfocarse en temas de conflicto y seguridad, por lo que suele ignorar y normalizar las asimetrías de poder a nivel de género, raza y clase en las sociedades, manteniendo el status quo (Chowdhry y Nair, 2002). Por lo tanto, ha sido necesario desarrollar teorías que reconozcan la exclusión histórica de ciertos colectivos, tanto en la praxis como en la academia. Las teorías críticas de las Relaciones Internacionales “problematizan estas fuentes y funcionamientos del poder” (Chowdhry y Nair, 2002, p. 2). Consecuentemente, se propone deconstruir y reconstruir los conceptos tradicionales de la disciplina, generalmente patriarcales, de forma que se incluyan otras realidades y perspectivas en el estudio de la política internacional (Whitworth, 1997; Hoffman, 2001;  Chowdbry y Nail, 2002). Este artículo tiene como objetivo analizar el carácter patriarcal de los conceptos principales de las teorías clásicas de las Relaciones Internacionales e identificar el rol de las teorías feministas en la redefinición de estos planteamientos. De forma similar, pretende reconocer la exclusión de las mujeres en la práctica y el análisis de la política internacional a pesar de que son
afectadas diferencialmente por fenómenos sociales, políticos y económicos como la guerra.

DESARROLLO:

Los conceptos claves para el estudio de las Relaciones Internacionales (RRII) suelen tener concepciones patriarcales que perpetúan los ciclos de violencia y discriminación contra las mujeres. Hoffman (2001) asegura que las RRII son una de las disciplinas más patriarcales, ya que los temas que analiza, cómo la guerra, las relaciones entre Estados y la política exterior, han excluido del estudio el rol de las mujeres. De forma similar, Whitworth (1997) asegura que las feministas liberales denuncian una subrepresentación de las mujeres en áreas como el estudio de la seguridad, control de armas, toma de decisiones y participación en Organizaciones  Internacionales. Asimismo, se asegura que las propuestas teóricas clásicas de la disciplina no han priorizado el análisis de la violencia estructural contra las mujeres y a las relaciones de dominación y poder basadas en el género (Chowdbry y Nair, 2002). Por el contrario, perciben estas asimetrías de poder como una circunstancia natural en el sistema, manteniendo así el status quo (Chowdbry y Nair, 2002). Consecuentemente, las teorías feministas de las RRII buscan no sólo explicar la desigualdad de género y la  subordinación de las mujeres, sino que también buscan la emancipación (Tickner, 2001).

La disciplina, sus teorías y sus conceptos claves han sido creados principalmente por hombres, de modo que las visiones femeninas de la política internacional han sido marginadas. Griffiths et al. (2009) analizan la contribución académica de Jean Bethke, una teórica interesada en asuntos de género en el ámbito doméstico y mundial. Los autores aseguran que su análisis devela cómo el género moldea no sólo la forma en cómo se concibe la política mundial, sino que, a su vez, condiciona cómo los actores actúan en la escena internacional. Por ejemplo, desde los inicios del siglo XXI, las mujeres han desarrollado actividades de investigación sobre seguridad, con enfoques distintos a las concepciones patriarcales habituales de este tema (Tickner, 2001). No obstante, sus voces no han sido escuchadas. Tickner (2001) afirma que la feminidad suele ser asociada con conceptos como la paz, mientras que la guerra y la seguridad siguen siendo campos de análisis esencialmente masculinos. Estos estereotipos impiden una integración justa y equitativa de las mujeres en los estudios de política internacional. Estos prejuicios sobre los roles de género en la praxis de las RRII ayudan a perpetuar la desigualdad de género y los preceptos patriarcales en la disciplina.

Las teorías de las RRII como el realismo han concebido al Estado como actor principal del análisis. Sin embargo, de acuerdo con Tickner (2001), el Estado no es un ente neutral. En cambio, es una estructura de poder que promueve políticas basadas en los intereses masculinos. La autora asegura que los conceptos de soberanía y seguridad se construyen con un sesgo de género, privilegiando así la visión hegemónica masculina de la política. Hoffman (2001) afirma que existe una relación entre la noción de Estado soberano y el patriarcado. Sostiene que, aunque se han presentado avances, la mayoría de los Estados son “dirigidos por
hombres, defendidos por hombres y promueven los intereses de los hombres” (p. 9). Consecuentemente, la soberanía se vincula a una concepción del género porque el liderazgo de los hombres se define como “monolítico, jerárquico y violento. Estos principios son todos de carácter 'masculinista' ya que la idea de concentrar el poder para que unos pocos gobiernen por la fuerza sobre muchos está asociada con la dominación de los hombres” (Hoffman, 2001, p. 9). Asimismo, asocia la “noción del Estado como una institución reclamando un monopolio de la violencia legítima con militarismo y guerra” (p. 120). Por lo tanto, el autor hace un llamado a “feminizar” los conceptos de la disciplina, de modo que las relaciones sociales y políticas entre hombres y mujeres se desarrollen en condiciones de igualdad y se rechace la dominación de un género sobre el otro.

De acuerdo con Hoffman (2001), las teorías clásicas de las RRII, especialmente la tradición realista, también suelen enfocarse en examinar el fenómeno de la guerra. El autor asegura que se busca “naturalizar y normalizar” (p. 120) estas prácticas que,  históricamente, han afectado a las mujeres de forma diferencial. El papel de las mujeres en las guerras ha sido generalmente invisibilizado. Durante el desarrollo de los conflictos armados, la “violencia sexual se emplea como instrumento de intimidación, castigo y terror, e incluso coadyudante de limpieza étnica” (Postigo, 2011, p. 117). Por ende, las mujeres son víctimas de violaciones sistemáticas, embarazos o esterilizaciones forzadas y prostitución forzada durante las hostilidades (Postigo, 2011). En este sentido, la comunidad internacional tiene el deber de reconocer y rechazar el uso del cuerpo de las mujeres como un territorio de guerra. Históricamente, existe un desinterés en el estudio de las consecuencias de las hostilidades bélicas de forma diferencial en las mujeres (Postigo, 2011). No obstante, se han promovido avances en materia jurídica y política. Por ello, Postigo (2011) asegura que es necesario fomentar la participación activa de las mujeres en los procesos de negociación y construcción de paz, así como motivar la inclusión de una perspectiva de género en el desarrollo del Derecho Internacional Humanitario. Consecuentemente, tanto en el análisis como en el desarrollo de los conflictos, es necesario integrar una perspectiva de género que nos permita identificar y abordar los efectos desiguales que los conflictos bélicos tienen sobre las mujeres.

Por ejemplo, el 24 de febrero del 2022 inició la invasión rusa al territorio ucraniano por el recrudecimiento de tensiones en el Donbás y la pretensión de Ucrania de ingresar a la OTAN (Padinger, 2022). De acuerdo con ONU Mujeres (2022), las mujeres y niñas representan el mayor número de refugiados en países vecinos y requieren asistencia urgente. Asimismo, afirma que la falta de recursos y de servicios sociales ha afectado de forma diferencial debido a que “han aumentado la carga de cuidados de las mujeres locales que son responsables del cuidado de los niños, los discapacitados y los ancianos de la familia” (ONU Mujeres, 2022). De esta manera, se evidencia que los estragos del conflicto han afectado particularmente a las mujeres, ya que no solo son víctimas de la violencia sino que también se les asignan cargas adicionales asociadas a los roles de género tradicionales. Asimismo, Arciniegas (2022) asegura que, si bien Rusia ha negado haber atacado a civiles durante la invasión, se han realizado diversas denuncias por abusos sexuales contra mujeres y niñas ucranianas en el marco de la guerra. Por ende, desde las Naciones Unidas se han realizado llamados para investigar este tipo de violaciones a los Derechos Humanos y proteger a las mujeres en el conflicto (Arciniegas, 2022).

Como consecuencia, se resalta la importancia de deconstruir y reconstruir los conceptos clave de la disciplina, de forma que se integre efectivamente la visión femenina. Hoffman (2001) sostiene que la deconstrucción de los conceptos implica criticar los planteamientos teóricos que mantienen y promueven las relaciones de desigualdad y que la reconstrucción conlleva “construir algo ‘nuevo’ de algo ‘viejo’. Implica cambio, transformación, progreso: un movimiento más allá del pasado y hacia el futuro” (p. 21). Por ende, el desarrollo de las teorías feministas de Relaciones Internacionales es clave en este proceso de reformulación de la disciplina con un enfoque de género.

En este caso, es necesario reconocer que los fenómenos de exclusión y discriminación no se presentan solamente en base a género. En cambio, otros factores como la raza, la etnia, la orientación sexual, la religión, la clase social y la nacionalidad constituyen sistemas de opresión que se superponen. Por consiguiente, la teoría feminista se ha consolidado con diversas aproximaciones. Enloe (2007) identifica algunas de las corrientes principales del feminismo, entre ellas el feminismo liberal que resalta la necesidad de alcanzar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres; el feminismo radical que rechaza de forma contundente el patriarcado y la misoginia; el feminismo socialista que analiza las desigualdades económicas resultantes del capitalismo internacional con un enfoque de género; el feminismo postestructural, que centra su análisis en las “identidades, las imágenes y la cultura” (p. 104); el feminismo poscolonial que estudia “el funcionamiento sutil de las jerarquías racializadas  e género que sustentaron el colonialismo” (p. 104). En este sentido, los enfoques de género en el estudio de las relaciones internacionales deben usar los lentes de la interseccionalidad para estudiar las formas de opresión diferenciadas. Asimismo, se requiere que la teoría de las RRII promueva la participación de las mujeres y tome en consideración la crítica feminista de los conceptos tradicionales como la soberanía, la seguridad, la guerra y la paz (Chowdry y Nair, 2002). De esta manera, se puede consolidar una disciplina más diversa, inclusiva y justa.

CONCLUSIÓN:

En conclusión, las teorías clásicas de las Relaciones Internacionales, particularmente el realismo, analizan conceptos como el Estado, la soberanía y el poder desde una percepción masculina y patriarcal. Por lo tanto, se hace necesario deconstruir y reconstruir estos planteamientos con un enfoque de género que sea capaz de integrar la perspectiva femenina en el estudio de la política internacional. Asimismo, se hace imperante reconocer la noción de dominación masculina que tienen los conceptos de soberanía y Estado. De forma similar, la normalización de la guerra y el conflicto ignora los efectos diferenciados que esta tiene en las mujeres, especialmente en temas de violencia sexual. Por ende, las teorías feministas de las Relaciones Internacionales funcionan como una herramienta para replantear los conceptos clave de la disciplina y analizar distintas formas de opresión interconectadas.

REFERENCIAS:

Arciniegas, Y. (2022, 13 de abril). ONU llama a investigar denuncias de violaciones a mujeres y niñas en la guerra en Ucrania. France 24. https://www.france24.com/es/europa/20220413-ucrania-violaciones-mujeres-ni%C3%B1as-onu

Chowdbry, G. & Nair, S. (2002). Introduction: Power in a postcolonial world: race, gender, and class in international relations. In G.

Chowdbry & S. Nair (Eds.), Power, Postcolonialism and International Relations (pp. 1- 32). Routledge Taylor & Francis Group.
https://doi.org/10.4324/9781315017181

Enloe, C. (2007). Feminism. In M. Griffiths (Ed.), International Relations Theory for the Twenty-First Century (pp. 99- 110). Routledge Taylor & Francis Group. https://doi.org/10.4324/9780203939031

Griffiths, M., Roach, S., Solomon, M. (2009). Fifty Key Thinkers in International Relations. Routledge Taylor & Francis Group. https://doi.org/10.4324/9780203886878

Hoffman, J. (2001). Gender and Sovereignty: Feminism, the State and International Relations. Palgrave Macmillan. https://doi.org/10.1057/9780230288188

UN Women (2022, 29th March). In Focus: War in Ukraine is a crisis for women and girls. https://www.unwomen.org/en/news-stories/in-focus/2022/03/in-focus-war-in-ukraine-is-a-crisis-for-women-and-girls

Padinger, G. (2022, 24 de marzo). ¿Por qué Rusia atacó e invadió Ucrania? ¿Cuáles son los motivos y el origen del conflicto? CNN.
https://cnnespanol.cnn.com/2022/03/24/por-que-rusia-ucrania-guerra-invasion-motivos-orix/

Postigo, M. (2011). Las Mujeres, las Guerras y el Derecho Internacional Humanitario. Cuestiones de género: de la igualdad y la diferencia, (6), 117-133. http://dx.doi.org/10.18002/cg.v0i6.3766

Tickner, J. (2001). Gendering World Politics. Columbia University Press.

Whitworth, S. (1997). Feminism and International Relations: Towards a Political Economy of Gender in Interstate and Non-Governmental Institutions. Palgrave Macmillan. https://doi.org/10.1007/978-1-349-23572-8

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