El Tratado Polaco-Alemán y el valor de la Verdad para la construcción de reconciliación en Colombia
El Tratado Polaco-Alemán y el valor de la Verdad para la construcción de reconciliación en Colombia
Autora: María Andrea Hernández Zuluaga
Estudiante de Ciencia Política - Universidad de los Andes
El 17 de junio de 1991, el canciller alemán Helmut Kohl y el primer ministro polaco Krzysztof Bielecki firmaron el ‘Tratado sobre buena vecindad y cooperación amistosa’, también conocido como el ‘Tratado Polaco-Alemán’. Para homenajear los 30 años de este simbólico acto de reconciliación, el 16 de septiembre de 2021 se llevó a cabo en la Universidad de Los Andes un encuentro entre el embajador alemán -Peter Ptassek- y el embajador polaco -Pawel Wozny-. Tras aludir a los largos episodios de enemistad y profundas heridas en las relaciones polaco-germanas, ambos panelistas recordaron la necesidad de hablar sobre la paz y reconciliación en medio de tantas guerras, haciendo énfasis en la construcción de paz en Colombia y en el valor de la Verdad.
Foto tomada de la Conferencia “Una firma histórica: A 30 años del tratado Polaco- Alemán de buena vecindad y cooperación” llevada a cabo el 16 de septiembre de 2021 en la Universidad de Los Andes.
- La noción de Verdad en la justicia transicional
En el marco de la justicia transicional, el concepto de Verdad se relaciona frecuentemente con sentimientos de congoja, frustración y tristeza (Orozco, 2009) pero también de reconocimiento, alivio y reconciliación (Beristain, 1999). Es por esto que la aproximación que abarque la comunidad internacional frente a la Verdad es elemental para equilibrar estos sentimientos en una sociedad en transición, tal como la colombiana.
Haciendo un recuento histórico, debemos remitirnos a 1648, año en que se firmó la paz de Westfalia entre los emergentes Estados modernos. Una de las condiciones centrales de aquella apuesta por la paz, fue la prohibición rotundamente de recordar lo sucedido durante la guerra, lo cual promovió una política de ‘memoria olvidadiza’ (Traverso, 2016). Sin embargo, a partir de la Segunda Guerra Mundial, la memoria se convirtió en un mecanismo de resistencia contra los regímenes totalitarios (Todorov, 2000). Con el paso del tiempo, la comunidad internacional reconoció a la Verdad -obtenida mediante la memoria colectiva-, como un derecho irrenunciable de toda sociedad, pues aquella permitía conocer “(...) lo ocurrido, así como las razones y circunstancias en las que aberrantes delitos llegaron a cometerse, a fin de evitar que esos hechos vuelvan a ocurrir en el futuro” (CIDH, 1995). Además, desde la perspectiva del Derecho Internacional Público, la Verdad es un derecho que permite la no-repetición de las atrocidades ocurridas y el perdón, la convivencia social y la reconciliación nacional (Beristain, 1999).
- El Tratado Polaco-Alemán y sus aportes a la Verdad en el caso colombiano
En el caso colombiano, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad hace parte del sistema de justicia transicional. Su rol principal es ofrecer mecanismos extrajudiciales para que, mediante la Verdad, la sociedad colombiana haga tránsito de un conflicto armado interno a una paz estable y duradera (Uprimny, 2006). Al terminar su vigencia a finales de 2021, aquella deberá rendir un informe oficial en donde se presente un relato compartido por la inmensa mayoría de los colombianos respecto del conflicto armado. El objetivo principal es tener “un cierre simbólico del pasado y la apertura de una Colombia reconciliada” (Comisión de la Verdad, 2020). Al respecto, tanto el embajador Ptassek como el embajador Wozny reflexionaron en cuanto a los aportes que la experiencia polaco-alemana puede ofrecerle a Colombia, pues si bien los problemas y las soluciones son diferentes, hay ideas que pueden ser muy valiosas.
Fotografía tomada de: centrodememoriahistorica.gov.co
A continuación, se presentarán los ejes principales de la reflexión llevada a cabo por los embajadores;
- Tanto en el caso colombiano como en el caso del Tratado Polaco-Alemán, la transición pacífica se buscó por medio de un acuerdo. La ausencia de enfrentamientos militares como mecanismo para lograr la paz entre Alemania y Polonia fue elemental para la reconciliación de las dos naciones, pues aquello permitió reemplazar el odio y la violencia por la amistad y la cooperación. En el marco colombiano, este acuerdo debe implementarse con la sociedad civil, las regiones, las voces de políticos de distintas orientaciones y las nuevas generaciones.
- El reconocimiento de la culpa y el tratamiento responsable de la Historia es esencial. Por parte de Alemania, hubo un reconocimiento del sufrimiento causado durante la ocupación de Polonia, acto que se materializó cuando el primer ministro alemán Willy Brandt se arrodilló ante el Monumento a los Héroes del Gueto de Varsovia. Por parte de Polonia, un grupo de obispos polacos redactaron la ‘Carta Pastoral’, en la cual hicieron un análisis histórico respecto a las relaciones entre ambas naciones, perdonaron a los alemanes y también pidieron perdón. Frente a esto, se reflexionó en torno a la importancia del reconocimiento de los errores cometidos en el pasado para no repetirlos. Así, se concluyó respecto a este punto que la reconciliación es posible, incluso cuando existen profundas hostilidades.
- En el marco del Tratado Polaco-Alemán, se estableció una comisión de historiadores provenientes de ambas naciones para ponerse de acuerdo en las narrativas sobre los acontecimientos de la guerra. Al respecto, los panelistas señalaron la importancia que tiene el “hablar de una misma historia” y especificaron que, para esto, se requiere de honestidad y sinceridad sobre el pasado, por más doloroso y oscuro que sea.
- De igual manera, se hizo énfasis en la necesidad del tiempo, el esfuerzo y el trabajo continuo por parte de todos los involucrados en la construcción de paz, pues este es un proceso de comunicación largo y retador.
- Además, se acentuó especialmente en que, sin la confianza y la empatía, nada prosperará en este mundo, particularmente la paz.
- Finalmente, los embajadores discutieron en torno a la necesidad de una democracia fortalecida, en donde exista un buen desempeño de las instituciones del Estado de Derecho y se garanticen las libertades políticas y civiles. De lo contrario, será no habrá bases sólidas para implementar la paz.
III. Reflexiones finales
A raíz de la conversación entre los embajadores de Polonia y de Alemania en Colombia, se transmitió un mensaje de esperanza para el caso colombiano. Especialmente, debemos rescatar que la firma del Tratado Polaco-Alemán demostró que, incluso en los conflictos históricos en donde prevaleció el odio y la enemistad, la construcción de reconciliación y paz es posible.
Sin embargo, también es un mensaje de alerta, pues le recuerda a los colombianos que la Verdad es un elemento imprescindible para el éxito de la paz, de lo contrario, aquella será construida sobre una mentira. Lo anterior no quiere decir que la construcción de la paz sea fácil, pues afrontar la Verdad requiere de valentía, voluntad y transparencia para afrontar los errores del pasado y responsabilizarse de las culpas cometidas. En los últimos años, pero especialmente en estos meses, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad ha hecho un trabajo inmenso para dar a conocer sus avances. Sin embargo, estos esfuerzos serán en vano si la sociedad colombiana y los stakeholders no están dispuestos a trabajar de manera colectiva, y especialmente de tomarse el tiempo de escuchar, reconocer e incluso disentir, para construir.
Bibliografía
Uprimny, Rodrigo (2006), “Las enseñanzas del análisis comparado: procesos transicionales, , formas de justicia transicional y el caso colombiano” en Justicia transicional sin transición? Verdad, justicia y reparación para Colombia”. Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad: Bogotá. Recuperado de: https://www.dejusticia.org/wp-content/uploads/2017/04/fi_name_recurso_201.pdf
Orozco, I. (2009) Las Víctimas:Su Concepto y su Lugar en la Política de la Justicia transicional
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (1995). “Principios y normas orientados a superar los conflictos armados y sus consecuencias sobre la población civil”. OEA. Consultado el 12/12/2020. Recuperado de: http://www.cidh.oas.org/countryrep/colombia04sp/informe2.htm
Beristain, C (1999). “Verdad, Justicia y Reconciliación”. Centro de Derechos Humanos de Nuremberg: Alemania. Recuperado de: https://revistas.uexternado.edu.co/index.php/derest/article/view/3956/4335
Todorov, T (2000). “Los abusos de la memoria”. Paidós: España. Recuperado de. http://marymountbogota.edu.co/documentos/Todorov-Los-abusos-de-la-memoria.pdf
Traverso, E (2016). “La historia como campo de batalla. Interpretar las violencias del siglo XX”. FCE: México. Recuperado de: https://www.researchgate.net/publication/326480889_Enzo_Traverso_La_historia_como_campo_de_batalla_Interpretar_las_violencias_del_siglo_XX_Mexico_FCE_2016
Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (2020) “El informe final debe ser un cierre simbólico del pasado y la apertura de una Colombia reconciliada”. Recuperado de: https://comisiondelaverdad.co/actualidad/noticias/informe-final-cierre-simbolico-pasado-apertura-colombia-reconciliada