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De las cenizas del conflicto: realidades del gobierno Uribe

De las cenizas del conflicto: realidades del gobierno Uribe De las cenizas del conflicto: realidades del gobierno Uribe

Análisis de la toma de decisión y el grupo involucrado durante la Operación Fénix a la luz de la teoría Groupthink

Autoras:
María Paula Fonseca
Lina María Castillo
Valentina Rincones

28 de febrero en la noche. El Presidente y su Ministro de Defensa. Altos mandos militares. Una operación en curso. Una sola decisión. Se acerca la madrugada del 1 de marzo y el estrés por el posible fracaso aumenta. Intervenir o no intervenir. ¿Cuál es la decisión correcta?

Más allá de los odios y pasiones que genera la Operación Fénix, es interesante estudiar al grupo que estuvo a cargo de la toma de decisión. La teoría Groupthink es de gran utilidad para este análisis puesto que busca dar respuesta a cómo ciertas decisiones se toman en el seno de un grupo y qué calidad puede observarse en los resultados teniendo encuenta aspectos cognitivos de quienes se involucran en el proceso. El psicólogo Irving Janis, precursor del Groupthink theory, afirma que los tomadores de decisión pueden incurrir en una excesiva búsqueda por complacer al líder de la mesa, lo que él denomina concurrence seeking. A su vez, define 8 síntomas de este “pensamiento complaciente” y argumenta que la existencia del consenso entre los tomadores de decisión en la mesa resulta nocivo para el resultado final de la decisión, lo que se considerará como un resultado defectuoso. En pocas palabras, un pensamiento “complaciente” de parte de los asesores con el líder, en este caso Uribe, perjudica la calidad de la decisión. O, al contrario, asesores que sí buscan contradecir las opiniones y llevar alternativas a la mesa, procurarán una decisión efectiva.    

Teniendo en cuenta lo anterior, cabe preguntarse quiénes se sentaron en esta mesa de decisión, y cuáles fueron los seleccionados para asesorar al presidente Uribe. En este caso, esta operación contó con grandes personalidades como el presidente Álvaro Uribe Vélez; el Ministro de Defensa Juan Manuel Santos; el Comandante General Freddy Padilla de León, Oficial de la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova; el General Mario Montoya quien durante el periodo de Uribe se consideró como uno de los hombres más fuertes de la seguridad democrática (Gutiérrez, 2018); el General Jorge Ballesteros Rodríguez, administrador aeronáutico de la Universidad Militar con gran experiencia y desempeño dentro de la Fuerza Aérea (Presidencia, 2016); y,  por último, el General Óscar Naranjo Trujillo quien a lo largo de su carrera en la Policía Nacional desempeñó un liderazgo notable que lo llevó a consolidarse como una pieza importante para la operación gracias a su experiencia en la inteligencia (La Silla Vacía, 2018). Como se puede ver, la presencia militar fue relevante para llevar a cabo la operación de manera exitosa.

Cabe recordar que para el segundo periodo de Uribe, el Plan Nacional de Desarrollo se fundamentó en cinco pilares: primero, la seguridad democrática; segundo, el respeto por las libertades públicas; tercero, la construcción de cohesión social; cuarto, la transparencia y quinto, el respeto a la independencia de las instituciones del Estado. De todos los pilares, es importante resaltar que se le prestó gran atención al primero, puesto que Colombia atravesaba por un desafío de gran magnitud en cuanto a su seguridad interna lo cual intimidaba a la democracia. Y este primer pilar fue la respuesta a esta intimidación ya que la seguridad en este contexto se entendió como un valor democrático del cual dependía la paz.

Retomando los “síntomas” descritos por Janis, este grupo presenta varios. Primero, es evidente la ilusión de invulnerabilidad. Durante ambos periodos del gobierno de Uribe, su política de seguridad democrática demostró resultados bastante favorables que parecían ser la respuesta que el país no había logrado encontrar previamente a la solución del conflicto interno. La reducción de los índices de violencia fue la muestra clara del debilitamiento de los grupos armados en el país. Estos logros no solo satisfacían a los colombianos, sino que también llenaban de orgullo al presidente y a sus altos mandos militares, quienes se sentían con gran ventaja sobre estos grupos armados. Es por esto que, a la hora de tomar decisiones, no se asustaban frente a escenarios que necesitaron un toma de altos riesgos. En segundo lugar, la racionalidad. Desde el comienzo de su gobierno, fue claro que Uribe estaba dispuesto a todo para alcanzar sus metas. Como menciona Juan Carlos Botero para El Espectador, “él siempre cree que hay un bien superior (más urgente o más importante) que está por encima del Estado de derecho”. Es decir, su principal preocupación es el interés nacional y tomaría las decisiones necesarias para alcanzarlo. Sus decisiones en materia de seguridad no eran la excepción. Esto quedó claro en los distintos operativos realizados durante su gobierno y en la participación de los demás integrantes del grupo en su carrera como militares. Es por esto que hay una construcción colectiva de racionamientos en la toma decisiones. En último lugar, la moralización que se ve reflejada a la hora de eludir cualquier responsabilidad ética o moral por la violación del derecho internacional a la hora de intervenir en Ecuador durante la operación puesto que se cree en la moralidad del grupo y de la decisión tomada.

Según Janis (1972), “las características psicológicas del líder van a afectar cosas como las estructuras organizacionales, los precedentes en la toma de decisión y a quien escoge el líder como asesor”. Teniendo esto en cuenta, es pertinente analizar que el ex presidente Uribe es un hombre caracterizado por ser, en palabras de Francesca Ramos, “un líder regional, decidido, seguro de sí mismo, que siempre ha estado orientado hacia la política, que tiene una gran inclinación por los intereses agrarios, que se describe a sí mismo como frentero, de fácil palabra, de memoria extraordinaria, mediático y  amante del detalle” (Ramos, 2011). Estos aspectos, que son de suma importancia a la hora de analizar la manera en que Uribe tomaba sus decisiones, son clave en la medida en que al momento de llevar sus asuntos tanto nacionales como internacionales tiende a ser personalista.

Francisco Santos da claras referencias de Uribe como líder. Entre ellas, menciona que “es un hombre de creencias firmes y no cambia como veleta, y ese es un rasgo característico de liderazgo”. Además, “le encanta torear en las plazas más difíciles y siempre sale en hombros por la puerta grande con oreja y rabo. Se crece ante la adversidad y mientras más difícil esté el toro,más le gusta torear”. Esto puede explicar las decisiones arriesgadas tomadas por el presidente durante su gobierno sobretodo en materia de seguridad. De esta manera, calificariamos a Uribe como un presidente con experiencia o experticia política previa ya que, como menciona Janis, es un líder con gran conocimiento en el proceso de toma de decisiones y tiene confianza en sí mismo. Gracias a sus cargos políticos previos, Uribe contaba con experiencia en el manejo de la política.

Al analizar el resultado de la operación, podríamos decir que esta acción concordaba con las metas y objetivos de gobierno de Álvaro Uribe. Si miramos el PND para este período, específicamente el apartado que se refiere a la política de Seguridad Democrática, la principal prioridad del gobierno era garantizar la seguridad, que se entiende como un valor democrático y que es posible preservar mediante la política de Seguridad Democrática. De esta manera, disminuir la inseguridad interna producto de la violencia legitimaba el “compromiso de derrota de los violentos por parte del Estado” y “el ejercicio del legítimo derecho a la defensa propia que toda democracia tiene cuando se ve amenazada por la violencia terrorista” (PND). La retoma de las carreteras del país, una mayor presencia de la fuerza pública a nivel nacional, la extradición de varios jefes, la desmovilización de las autodefensas, múltiples capturas y el asesinato de varios jefes de las FARC demostraban el compromiso del gobierno con la agenda de seguridad nacional y el cumplimiento de muchas de sus promesas. Es decir, esta política se entiende como un medio para la paz, y no como un fin en sí mismo.

Lo que puede considerarse como resultado de la Operación Fénix podría describirse como efectivo para la administración Uribe puesto que dio con el resultado óptimo de dar de baja al cabecilla de la organización terrorista. Además, se inscribe dentro de las metas y objetivos del gobierno y cumplió con las expectativas de millones de colombianos al seguir debilitando a las FARC. Sin embargo, se contemplaría la posibilidad de un resultado defectuoso en la medida en que el proceso de toma de decisión, si bien terminó con un gran enemigo de la seguridad, se realizó de manera reaccionaria, ignorando las posibles consecuencias que este ataque podría traer luego para el Estado colombiano por la posible violación a la soberanía de un territorio vecino.

El anterior resultado nos permite reflexionar en torno a, primero, cuán rigurosa o improvisada resulta la toma de decisiones de la política exterior colombiana. Y segundo, la efectividad (o no) de “importar” teorías provenientes de la escuela norteamericana. Como estudiosas de la política exterior colombiana, quizás sea hora de proponer nuevos mecanismos de análisis que se adapten a nuestras propias realidades.   

Bibliografía
Botero, J. C. (22 de mayo de 2014). Por qué Uribe es como es. Obtenido de El Espectador: https://www.elespectador.com/opinion/uribe-columna-494019
Departamento Nacional de Desarrollo. (2007). Plan Nacional de Desarrollo Estado Comunitario: desarrollo para todos. Obtenido de https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/PND/PND_Tomo_1.pdf
Editorial. (9 de septiembre de 2011).Ecos de Operación Fénix. Obtenido de El Nuevo Siglo: https://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/9-2011-ecos-de-operacion-fenix
Fernández, A. (2018). 10 años de ‘Operación Fénix’: «Muerte de Raúl Reyes sometió a las FARC”. PANAM POST. Obtenido de https://es.panampost.com/felipe-fernandez/2018/03/05/operacion-fenix-raul-reyes/?cn-reloaded=1
Hurtado, G. (7 de Noviembre de 2017). Cambio Total. Obtenido de http://cambiototalrevista.blogspot.com/2017/11/colombia-alvaro-uribe-visto-desde-su.html
Judicial. (25 de junio de 2011). Si hay un responsable por el bombardeo a
'Reyes' soy yo: Santos. Obtenido de El Espectador:
https://www.elespectador.com/content/si-hay-un-responsable-por-el-bombareo-reyes-soy-yo-santos
Monroy, Catalina. Sánchez, Fabio. (2017). “Foreign Policy Analysis and the making
of Plan Colombia”. Global Society. Vol. 31 (2): 245-271.
Ramos, Francesca (2011). “Continuidades y quiebres en la política internacional de Uribe: Reflexiones sobre las relaciones internacionales de un país particular”. Cuadernos sobre Relaciones Internacionales, regionalismos y desarrollo. Vol. 6 No.12. pp.11-41.
Revista de radio. (23 de Octubre de 2009). “Defenderemos a todos los de la Operación Fénix”: Silva. Obtenido de El Espectador: https://www.semana.com/politica/articulo/defenderemos-todos-operacion-fenix-silva/108966-3
Uribe Vélez, Á. (2010). Trabajo, hechos y corazón. Balance de Gobierno Colombia 2002-2010. Obtenido de https://drive.google.com/file/d/0B8hJ-EMfy7siUldiaVVLcDU5Vmc/view
Uribe Vélez, Á. (s.f.). Biografía. Obtenido de Página oficial Álvaro Uribe Vélez: http://www.alvarouribevelez.com.co/es/biografia
Uribe Vélez, Á. (30 de Marzo de 2008). página oficial Álvaro Uribe Vélez. Obtenido de http://alvarouribevelez.com.co/es/content/declaracion-del-presidente-alvaro-uribe-desde-rionegro-antioquia

Photo by Flavia Carpio on Unsplash

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